La miopía es una condición ocular común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por dificultades para ver objetos lejanos con claridad, debido a la elongación del globo ocular o al exceso de curvatura de la córnea. En las últimas décadas, se ha observado un aumento significativo en la prevalencia de la miopía, lo que ha generado preocupación entre profesionales de la salud visual y padres por igual. Sin embargo, existen diversas estrategias y enfoques para controlar su progresión.
Comprender la miopía
Antes de abordar el control de la miopía, es crucial comprender sus causas y mecanismos subyacentes. Si bien la genética juega un papel importante en su desarrollo, el uso prolongado de dispositivos digitales y la falta de actividades al aire libre también pueden influir en su progresión.
Estrategias de control
Exposición al aire libre: Numerosos estudios han demostrado que pasar tiempo al aire libre puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar miopía, así como controlar su progresión en niños ya diagnosticados. La exposición a la luz natural parece desempeñar un papel clave en la regulación del crecimiento ocular.
Limitación del tiempo de pantalla: El uso excesivo de dispositivos digitales, como computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes, se ha asociado con un mayor riesgo de miopía en niños y adultos. Limitar el tiempo de pantalla y tomar descansos visuales regulares puede ayudar a reducir este riesgo.
Corrección visual adecuada: El uso de gafas o lentes de contacto con la prescripción óptica adecuada es esencial para corregir la visión en personas con miopía. Esto no solo mejora la calidad de vida del paciente, sino que también puede ayudar a prevenir el desarrollo de complicaciones oculares asociadas con una visión deficiente.
Terapia visual: La terapia visual, que incluye ejercicios específicos para fortalecer los músculos oculares y mejorar la coordinación visual, puede ser beneficiosa para algunos pacientes con miopía. Sin embargo, su eficacia varía según el individuo y debe ser supervisada por un profesional de la salud visual.
Lentes de contacto especiales: En casos de miopía progresiva, los lentes de contacto especiales, como los lentes de contacto orto-k (ortoqueratología), pueden ayudar a controlar su avance. Estos lentes se usan durante la noche para remodelar temporalmente la córnea y proporcionar una visión clara durante el día. Como así también las lentes de contacto blandas desechables especiales para ralentizar la progresión de la miopía infantil.
Importancia del monitoreo regular
El control de la miopía es un proceso continuo que requiere monitoreo regular por parte de un oftalmólogo u optometrista. Los exámenes oculares periódicos no solo permiten evaluar la progresión de la miopía, sino que también ayudan a detectar cualquier complicación ocular temprana que pueda requerir tratamiento adicional.
En resumen, el control de la miopía es fundamental para prevenir complicaciones oculares futuras y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Mediante una combinación de estrategias como la exposición al aire libre, la limitación del tiempo de pantalla y el uso adecuado de corrección visual, es posible reducir su progresión y minimizar sus efectos en la visión. Sin embargo, es importante recordar que cada caso de miopía es único y requiere un enfoque individualizado por parte de un profesional de la salud visual.
Artículo escrito por Miriam Quirós